Estudiar una carrera como Ingeniería Informática requiere tiempo, esfuerzo y constancia. Son muchas horas dedicadas a clases en distintos horarios, matinal o por la tarde y luego la realización de prácticas, trabajos y exámenes. Para mí siempre ha sido fundamental encontrar un equilibrio entre los estudios y mi vida personal. Por eso, además de dedicarme a la carrera, practico deporte de forma habitual, y lo considero una parte clave de mi rutina.
Juego a tenis de mesa federado en 3ª Nacional, lo cual implica entrenamientos regulares, partidos los fines de semana y una preparación constante para mantenerme en forma y competir al mejor nivel posible. Además, voy al gimnasio varias veces por semana, lo que me ayuda no solo a mantenerme físicamente activo, sino también a despejar la mente y reducir el estrés académico.
Lo que mucha gente no ve es que el deporte no me quita tiempo, me lo ordena. Saber que tengo una hora de entrenamiento me obliga a concentrarme más antes y después. Además, me ayuda a desconectar de las pantallas, despejar la mente y volver con más energía a las tareas académicas. El tenis de mesa, en particular, requiere agilidad mental, reflejos y toma de decisiones rápida… habilidades que también aplico cuando programo o resuelvo problemas técnicos.
A nivel emocional, el deporte me aporta estabilidad. Me ayuda a liberar tensión, a ganar confianza y a sentirme bien físicamente, lo cual también influye en mi rendimiento académico. En los momentos de más presión, tener una rutina física ha sido un gran apoyo.